"Recuerdo un corte informativo a las 8:50, sorprendido, volteo a ver a mi madre y comenté: Y así empieza el fin del mundo..."
Mucho se ha hablado del 11 de septiembre de 2001, se nota que sigue doliendo en un ciudadano X, sigue pesando sobre los familiares de las victimas, sigue uno buscando los porqués, continúa uno preguntandose el extraño manejo de la información del gobierno gringo.
Lejos de las especulaciones, los hechos demuestran que las posteriores acciones del gobierno de EEUU, ha sido la detonante de la actual fragilidad económica. La ecuación es muy sencilla, la guerra contra el terrorismo ha causado el incremento de los combustibles derivados del petróleo. A su vez, con el afán de perseguir criminales, el gobierno de Bush hijo no escatimó en gastos, derivando en la disminución de sus reservas. Y con la debilidad del dolar viene la debilidad de economías de paises completos que tienen sus reservas en esa moneda. Para evitar la quiebra, estos paises han contratado una deuda superior a la que pueden pagar, y conjuntamente con las malas leyes, han desencadenado las diversos expresiones de repudio de los propios ciudadanos, quienes solo piden un trabajo, igualdad en oportunidades y una efectiva distribución de la riqueza.
¿Decir que el fin del mundo esta cerca es exagerado? Tal vez, pero es cierto también que el capitalismo tal y como lo hemos conocido debe renovarse o morir. El poder debe ser reelevado para obtener la igualdad y el respeto entre los ciudadanos del mundo, evitando el crecimiento de células radicales, que no son las que el mundo occidental nos ha enseñado a temer, sino también a todos esos empresarios capaces de cualquier cosa con tal de no dejar el poder.
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